sábado, 28 de marzo de 2009
Perfecto idiota online
Hace unos meses los chicos de DownloadSquad escribieron un post en clave de humor donde daban los cinco consejos básicos para navegar como un imbécil. Ironías aparte, el artículo enumeraba los cinco comportamientos erróneos que mucha gente tiene cuando navega por Internet y que sólo sirven para que se te llene el ordenador de virus, spyware y otras porquerías similares. En su día la lista me hizo gracia, y me ha parecido buena idea hacer una traducción/adaptación...
1. No te molestes en actualizar tus programas. Esas cosas que se llaman Java, Flash, parches de seguridad, Windows Update... Total, ¿para qué? Si mientras te carguen los vídeos de Youtube y los juegos online, quiere decir que todo va bien! Eso que de que puedes tener agujeros de seguridad por no actualizar el software seguro que es una leyenda urbana.
2. Créete todo lo que veas en Internet. Si un pop-up te dice que ha encontrado 217 errores en tu Registro de Windows, haz clic en él porque seguro que tiene razón. Igual que ese otro banner que dice que por ser el visitante 1 millón o haber entrado en la web a una hora determinada tienes premio seguro. Esto son cosas que no se pueden tomar a la ligera!
3. Nunca tienes suficientes smileys o protectores de pantalla. Por eso si los ves en Internet, descárgalos. Aunque el fichero sea sospechosamente grande o diga algo de una toolbar que no acabas de entender. Al fin y al cabo son smileys... con esa cara tan simpática, ¿cómo van a tener malas intenciones? Y los protectores de pantalla son esenciales! Nadie sería capaz de meter un troyano ahí...
4. Utiliza tu correo principal (y la misma contraseña) para todo. ¿Para qué complicarse la vida con diversas cuentas de correo o una contraseña distinta para cada cosa? Total, nadie podría averiguar que tu contraseña son las iniciales de tu nombre y tu fecha de nacimiento (ambas cosas publicadas en tu Facebook...). Los hackers tienen cosas más importantes que hacer.
5. Todo lo que ves en las redes P2P es auténtico. Si pone "Watchmen", es "Watchmen" seguro. Aunque ocupe 72 MB. Es una técnica especial que se llama compresión. No veo por qué nadie iba a subir un corto porno con el nombre de otra película, o peor aún, un fichero con el mismo tamaño y un troyano escondido dentro.
1. No te molestes en actualizar tus programas. Esas cosas que se llaman Java, Flash, parches de seguridad, Windows Update... Total, ¿para qué? Si mientras te carguen los vídeos de Youtube y los juegos online, quiere decir que todo va bien! Eso que de que puedes tener agujeros de seguridad por no actualizar el software seguro que es una leyenda urbana.
2. Créete todo lo que veas en Internet. Si un pop-up te dice que ha encontrado 217 errores en tu Registro de Windows, haz clic en él porque seguro que tiene razón. Igual que ese otro banner que dice que por ser el visitante 1 millón o haber entrado en la web a una hora determinada tienes premio seguro. Esto son cosas que no se pueden tomar a la ligera!
3. Nunca tienes suficientes smileys o protectores de pantalla. Por eso si los ves en Internet, descárgalos. Aunque el fichero sea sospechosamente grande o diga algo de una toolbar que no acabas de entender. Al fin y al cabo son smileys... con esa cara tan simpática, ¿cómo van a tener malas intenciones? Y los protectores de pantalla son esenciales! Nadie sería capaz de meter un troyano ahí...
4. Utiliza tu correo principal (y la misma contraseña) para todo. ¿Para qué complicarse la vida con diversas cuentas de correo o una contraseña distinta para cada cosa? Total, nadie podría averiguar que tu contraseña son las iniciales de tu nombre y tu fecha de nacimiento (ambas cosas publicadas en tu Facebook...). Los hackers tienen cosas más importantes que hacer.
5. Todo lo que ves en las redes P2P es auténtico. Si pone "Watchmen", es "Watchmen" seguro. Aunque ocupe 72 MB. Es una técnica especial que se llama compresión. No veo por qué nadie iba a subir un corto porno con el nombre de otra película, o peor aún, un fichero con el mismo tamaño y un troyano escondido dentro.
Vía: Chica geek.
Publicado por Jeff en 9:07 0 comentarios
Etiquetas: Humor, Tecnología
Mozilla Firefox, el mejor navegador.
Son muchos los que predicen que dentro de unos años el Internet Explorer, navegador de Windows terminará por sucumbir ante la gran acogida que tiene Mozilla Firefox. Por el momento es el segundo navegador o explorador más utilizado en el mundo, con una cuota del 32 por ciento, detrás del 37 por ciento que por el momento le corresponde al IE 7.
Tercero queda también IE, pero en su versión 6. Luego, mucho más relegados siguen Opera y Safari. Aunque es posible que Chrome, el navegador de Google atraiga la atención de los usuarios decepcionados de IE.
Una señal del cada vez más creciente público que ha adoptado a Firefox como su navegador favorito fue la fecha de lanzamiento de su última versión: Firefox 3.0. El 16 de junio del año 2008, fue el día designado como el Download Day 2008, con el que se esperaba ganar el Record Guinness de descargas en 24 horas.
La Corporación Mozilla había calculado que se realizarían 2 millones de descargas y daban un máximo de hasta 5 millones. Estas cifras fueron ampliamente superadas llegando a más 8 millones de descargas en un solo día. Todo un éxito para el navegador de la Fundación Mozilla.
Los inicios para Mozilla Firefox fueron dificiles, sobre todo al hacerse de un nombre y conseguir uno que no haya sido tomado por otra empresa. Al inicio se llamó al proyecto Mozilla/Browser que fue cambiado poco tiempo después a Phoenix. Sin embargo, existía ya una compañía desarrolladora de software llamada BIOS Phoenix Technologies, por lo que tuvo que ser cambiado. Luego se intentó con Firebird, ante lo que protestó la base de datos Firebird. Finalmente se cambió a Mozilla Firefox, que es el nombre con el que se le conoce hasta el día de hoy.
Las características más saltantes de este navegador de código abierto y software libre es su navegación por pestañas, corrector ortográfico, marcadores, bloqueador de ventanas emergentes, atajados en el teclado, soporte para motores de búsqueda y gestor de descargas. Además, es uno de los navegadores actuales más seguros y veloces.
Tercero queda también IE, pero en su versión 6. Luego, mucho más relegados siguen Opera y Safari. Aunque es posible que Chrome, el navegador de Google atraiga la atención de los usuarios decepcionados de IE.
Una señal del cada vez más creciente público que ha adoptado a Firefox como su navegador favorito fue la fecha de lanzamiento de su última versión: Firefox 3.0. El 16 de junio del año 2008, fue el día designado como el Download Day 2008, con el que se esperaba ganar el Record Guinness de descargas en 24 horas.
La Corporación Mozilla había calculado que se realizarían 2 millones de descargas y daban un máximo de hasta 5 millones. Estas cifras fueron ampliamente superadas llegando a más 8 millones de descargas en un solo día. Todo un éxito para el navegador de la Fundación Mozilla.
Los inicios para Mozilla Firefox fueron dificiles, sobre todo al hacerse de un nombre y conseguir uno que no haya sido tomado por otra empresa. Al inicio se llamó al proyecto Mozilla/Browser que fue cambiado poco tiempo después a Phoenix. Sin embargo, existía ya una compañía desarrolladora de software llamada BIOS Phoenix Technologies, por lo que tuvo que ser cambiado. Luego se intentó con Firebird, ante lo que protestó la base de datos Firebird. Finalmente se cambió a Mozilla Firefox, que es el nombre con el que se le conoce hasta el día de hoy.
Las características más saltantes de este navegador de código abierto y software libre es su navegación por pestañas, corrector ortográfico, marcadores, bloqueador de ventanas emergentes, atajados en el teclado, soporte para motores de búsqueda y gestor de descargas. Además, es uno de los navegadores actuales más seguros y veloces.
Vía: Vinagre asesino.
Publicado por Jeff en 8:58 0 comentarios
Etiquetas: Tecnología
La conjura de los necios - John Kennedy Toole
La conjura de los necios (A Confederacy of Dunces, en inglés) es una novela de John Kennedy Toole publicada póstumamente y galardonada con el premio Pulitzer 1981.
El título es una referencia a una cita de uno de los clásicos de la sátira, Jonathan Swift: "Cuando un verdadero genio aparece en el mundo, lo reconoceréis por este signo: todos los necios se conjuran contra él".
Escrita hacia 1962, mientras realizaba el servicio militar en Puerto Rico, narra las peripecias de Ignatius J. Reilly, un personaje excéntrico en busca de trabajo para pagar una deuda, a la vez que se embarca en una serie de estrambóticas aventuras con el objetivo de rivalizar con su amiga Myrna Minkoff en el terreno de la agitación social.
* Mi comentario: bueno, esta obra al igual que la anterior que agregue (El perfume), es una de mis favoritas, pues sinceramente es muy entretenida, y sobre todo la caracterización del personaje principal, Ignatius Reilly, es realmente tremenda, es imposible que no tengas alguna reacción frente al comportamiento de este curioso individuo, que valga decir es uno de los grandes personajes de la historia universal. No me queda más que decir, solo disfrutenla.
El título es una referencia a una cita de uno de los clásicos de la sátira, Jonathan Swift: "Cuando un verdadero genio aparece en el mundo, lo reconoceréis por este signo: todos los necios se conjuran contra él".
Escrita hacia 1962, mientras realizaba el servicio militar en Puerto Rico, narra las peripecias de Ignatius J. Reilly, un personaje excéntrico en busca de trabajo para pagar una deuda, a la vez que se embarca en una serie de estrambóticas aventuras con el objetivo de rivalizar con su amiga Myrna Minkoff en el terreno de la agitación social.
* Mi comentario: bueno, esta obra al igual que la anterior que agregue (El perfume), es una de mis favoritas, pues sinceramente es muy entretenida, y sobre todo la caracterización del personaje principal, Ignatius Reilly, es realmente tremenda, es imposible que no tengas alguna reacción frente al comportamiento de este curioso individuo, que valga decir es uno de los grandes personajes de la historia universal. No me queda más que decir, solo disfrutenla.
Publicado por Jeff en 8:15 0 comentarios
Etiquetas: Libros
sábado, 21 de marzo de 2009
¿Por qué es el mar azul?
Siempre hemos escuchado que el mar es azul porque refleja el color del cielo, pero no es así. El mar absorbe con mayor facilidad las longitudes de onda larga (rojo, naranja y amarillo) que las longitudes de onda corta (azul, violeta). Estas rebotan y son captadas por nuestro ojo. Existe una relación entre el color del cielo y el color del mar, pero cada uno surge de forma independiente al otro. Si bien el agua es incolora porque toda las longitudes de onda la atraviesan, cuando nos referimos a una gran cantidad de agua, a la luz le cuesta más atravesarla y refleja cierta tonalidad azul. Si la cantidad de agua acumulada es tan importante como en el mar, la cantidad de luz reflejada es mucho mayor y el color azul más intenso. Este efecto se produce en el agua pura, pues si el agua alberga algas, barro e impurezas, la luz esparcida por esas partículas emmascarará el color habitual del agua.
Vía: Saber curioso.
Publicado por Jeff en 20:50 0 comentarios
Etiquetas: Eco
sábado, 14 de marzo de 2009
'Shift+Del': tan simple como eso.
Siempre eh creído que las cosas nunca pueden presentarse de una manera sencilla, si algo eh aprendido en este corto tiempo que llevo de vida es que todo en este mundo se obtiene solo con esfuerzo, y son realmente esas cosas las que nos llenan de orgullo y nos hacen sentir tan bien, este día lo declaro para mi como el día del 'Shift+Del' un día en que voy a borrar todas las cosas estúpidas y sin sentido que eh estado realizando.
PD: Mientras escribo esto tengo una fiebre espectacular, de esas que rompen el termómetro (maldición ... no otra vez los delirios no!!). Mañana tengo una actividad deportiva y no sé como demonios voy a llegar, si apenas puedo caminar XD ...
PD: Mientras escribo esto tengo una fiebre espectacular, de esas que rompen el termómetro (maldición ... no otra vez los delirios no!!). Mañana tengo una actividad deportiva y no sé como demonios voy a llegar, si apenas puedo caminar XD ...
Publicado por Jeff en 19:05 0 comentarios
Etiquetas: Life
jueves, 26 de febrero de 2009
Lo que tenía que decirte: a mi.
Naciste hace ya mucho tiempo en una familia relativamente acomodada. Aunque alguna vez te pudo parecer lo contrario, en realidad nunca te faltó de nada. Eres de los que cuando empiezan a comer piensan que tienen hambre, pero lo cierto es que el hambre es una sensación que no has conocido jamás. Y no es la única.
Tu infancia fue relativamente feliz, más que la de la mayoría de tus amigos. Recuerdas los veranos de tu niñez con especial calidez, inmerso en la vida, sin pensar en nada más que en qué sería lo siguiente que ibas a hacer. No te has dado cuenta hasta ahora, pero desde que dejaste la niñez no has hecho sino intentar recuperar esa sensación de sencillamente vivir, ajeno a todas las preocupaciones, uno con el mundo.
Cuando terminó la niñez las cosas empezaron a complicarse. Aparecieron los primeros complejos, y con ellos las primeras frustraciones. Quizá fuera al revés. Fue en esta época cuando nacieron y arraigaron todas las malas hierbas que todavía no has sido capaz de arrancar. Trabajas en ello afanosamente, pero la tarea no parece tener un final. Desde esa época siempre has sido demasiado bajo o demasiado alto, demasiado delgado o demasiado gordo, demasiado listo o demasiado tonto. Siempre has sido demasiado algo.
A pesar de que crees haber acabado con la mayoría de tus complejos, sigues siendo una persona frustrada. Lo peor es que no sabes por qué. Eres inteligente, eres capaz, la gente puede confiar en ti. Sobre todo eres determinado. Cuando se te mete algo entre ceja y ceja te entregas con una pasión desenfrenada, como si ese algo fuera la solución a todos tus problemas, la clave de tu existencia. Sin embargo, al cabo de un tiempo, pasada esa chispa inicial, la pasión se disipa y te encuentras de nuevo en el mismo lugar, las manos vacías, la mirada perdida y una sensación de desánimo de la que sólo te conseguirás librar cuando encuentres la próxima chispa. Y hasta entonces lo que haces es salir a dar vueltas por tu mundo interior preguntándole a la vida qué te puede vender ahora. La vida siempre te termina vendiendo algo, pero cada vez es más caro y de peor calidad. Y te está dejando hecho una mierda.
Te cuesta dormir. Joder, eso sobre todo. Pasas tantas horas en la cama como puedes pero te encuentras siempre agotado. Es una extraña sensación. Si lo piensas, no puedes recordar cuándo fue la última vez que te levantaste verdaderamente entero. Cuando te acuestas por las noches tu mente empieza a traerte imágenes. Son cosas que te gustaría hacer pero no puedes, o cosas que has hecho mal y que ahora tu cabeza trae de vuelta para que sepas lo poco que vales. El tiempo pasa y la función se acelera y al final hace el ruido de una locomotora. Cuando te consigues dormir no es porque tu cuerpo esté cansado, sino porque llega un momento en que el zumbido de tu mente es tan insoportable que terminas por perder la consciencia de puro agotamiento. Horas después, suena la alarma y te preguntas por qué tienes que levantarte y si lo que vas a hacer hoy de verdad tiene algún sentido. La respuesta te instala una desagradable presión en la boca del estómago, esa misma presión que estás sintiendo mientras lees esto.
Durante el día haces lo que podrías llamar tus obligaciones. Quizá estudias, quizá trabajas. No sabes muy bien por qué lo haces. En realidad no puedes decir que te apasione. Pasas la mayor parte de tu tiempo así porque no crees que tengas una alternativa, pero si pudieras elegir estarías en cualquier otra parte. De hecho, ya estás en otra parte. Te cuesta horrores concentrarte en lo que se supone que tienes que hacer. A los pocos segundos tu mente se encuentra en otro lugar, pensando y haciendo otras cosas. Tu cuerpo y tu espíritu pasan la mayor parte del día separados, y algo te dice que no debería ser así. Pero es tan difícil salir de donde estás. Miras a tu alrededor y te consuelas. Casi nadie tiene pinta de estar contento, así que por lo menos no estás solo. De hecho, a tu alrededor todo el mundo está bastante más jodido que tú, y este mísero pensamiento es lo único que alegra tu amarga existencia.
Eres una persona inteligente. Quizá no la más inteligente de tu entorno pero sí en un lugar destacado. A veces tienes tus momentos brillantes, y te gusta. Pero te has dado cuenta de que en cuanto asomas un poco la cabeza te llevas un martillazo, y es una sensación tan desagradable que has optado por adaptarte a la mediocridad que te rodea. La aceptación es una sensación reconfortante, pero sabes que estás desperdiciando tu potencial y ese pensamiento te come por dentro. En el fondo tampoco lo has hecho tan mal. Siempre tomaste las decisiones acertadas y, cuando no lo hiciste, el destino fue benévolo contigo. Podrías incluso decir que vives en el mejor de los mundos posibles. Hay que joderse.
Al llegar a casa lo único que te apetece hacer es rellenar sudokus, o jugar a la consola, o leer libros. O ver la tele, sí. Vivir la vida de los demás, ver a otros haciendo todo lo que a ti te gustaría pero no puedes. Sería perfecto si no fuera por la desagradable sensación que el diccionario define como envidia. En cualquier caso, cualquier cosa es mejor que tener que estar contigo mismo. Mejor eso que tener que escucharte.
Ni siquiera puedes estar contigo mismo.
Y así pasan los días. No sabes muy bien adónde vas, y por eso sencillamente te dejas llevar. No tomas decisiones. No sabes si tienes miedo o si simplemente no crees que valga la pena. Después de todo, el futuro ya está hecho: te casarás, tendrás hijos, trabajarás para alguien hasta los 70 años y pagarás tus préstamos como todo el mundo. Luego te jubilarás para darte cuenta de que te has perdido lo mejor de la vida, y más tarde, amargado, te limitarás a esperar una muerte que te inspira un miedo terrible. A lo mejor por eso te gustaría quedarte en la cama todas las mañanas, porque no hay ningún lugar adonde ir, porque el futuro ya está hecho.
Y mientras piensas en todo esto la vida te pasa por encima. No tienes ilusiones, no tienes ganas de nada, sólo das tumbos como el canto rodado que baja rebotando por el lecho del río esperando un día llegar al mar y que dejen de darle por culo. Hasta entonces tendrás que vivir con esa sensación en el fondo de tu alma de que hay algo más, de que mereces más, de que quieres más, de que esta vida tiene truco y que nadie sabe cómo funciona. O lo que es peor: que hay alguien que lo sabe y no lo va a contar.
Y por todo esto, porque en el fondo te conoces muy bien, sabes que cuando termines de leer estas líneas te quedarás con un inmenso vacío y la cara de tonto de los domingos. Y eso jode.
Aunque en esta ocasión, quizá por primera vez, sentirás un regusto de ilusión, una agradable sensación de comunión con todo lo que te rodea. Saboréalo porque, a menos que hoy hagas algo, será la última vez que te sientas vivo.
Tu infancia fue relativamente feliz, más que la de la mayoría de tus amigos. Recuerdas los veranos de tu niñez con especial calidez, inmerso en la vida, sin pensar en nada más que en qué sería lo siguiente que ibas a hacer. No te has dado cuenta hasta ahora, pero desde que dejaste la niñez no has hecho sino intentar recuperar esa sensación de sencillamente vivir, ajeno a todas las preocupaciones, uno con el mundo.
Cuando terminó la niñez las cosas empezaron a complicarse. Aparecieron los primeros complejos, y con ellos las primeras frustraciones. Quizá fuera al revés. Fue en esta época cuando nacieron y arraigaron todas las malas hierbas que todavía no has sido capaz de arrancar. Trabajas en ello afanosamente, pero la tarea no parece tener un final. Desde esa época siempre has sido demasiado bajo o demasiado alto, demasiado delgado o demasiado gordo, demasiado listo o demasiado tonto. Siempre has sido demasiado algo.
A pesar de que crees haber acabado con la mayoría de tus complejos, sigues siendo una persona frustrada. Lo peor es que no sabes por qué. Eres inteligente, eres capaz, la gente puede confiar en ti. Sobre todo eres determinado. Cuando se te mete algo entre ceja y ceja te entregas con una pasión desenfrenada, como si ese algo fuera la solución a todos tus problemas, la clave de tu existencia. Sin embargo, al cabo de un tiempo, pasada esa chispa inicial, la pasión se disipa y te encuentras de nuevo en el mismo lugar, las manos vacías, la mirada perdida y una sensación de desánimo de la que sólo te conseguirás librar cuando encuentres la próxima chispa. Y hasta entonces lo que haces es salir a dar vueltas por tu mundo interior preguntándole a la vida qué te puede vender ahora. La vida siempre te termina vendiendo algo, pero cada vez es más caro y de peor calidad. Y te está dejando hecho una mierda.
Te cuesta dormir. Joder, eso sobre todo. Pasas tantas horas en la cama como puedes pero te encuentras siempre agotado. Es una extraña sensación. Si lo piensas, no puedes recordar cuándo fue la última vez que te levantaste verdaderamente entero. Cuando te acuestas por las noches tu mente empieza a traerte imágenes. Son cosas que te gustaría hacer pero no puedes, o cosas que has hecho mal y que ahora tu cabeza trae de vuelta para que sepas lo poco que vales. El tiempo pasa y la función se acelera y al final hace el ruido de una locomotora. Cuando te consigues dormir no es porque tu cuerpo esté cansado, sino porque llega un momento en que el zumbido de tu mente es tan insoportable que terminas por perder la consciencia de puro agotamiento. Horas después, suena la alarma y te preguntas por qué tienes que levantarte y si lo que vas a hacer hoy de verdad tiene algún sentido. La respuesta te instala una desagradable presión en la boca del estómago, esa misma presión que estás sintiendo mientras lees esto.
Durante el día haces lo que podrías llamar tus obligaciones. Quizá estudias, quizá trabajas. No sabes muy bien por qué lo haces. En realidad no puedes decir que te apasione. Pasas la mayor parte de tu tiempo así porque no crees que tengas una alternativa, pero si pudieras elegir estarías en cualquier otra parte. De hecho, ya estás en otra parte. Te cuesta horrores concentrarte en lo que se supone que tienes que hacer. A los pocos segundos tu mente se encuentra en otro lugar, pensando y haciendo otras cosas. Tu cuerpo y tu espíritu pasan la mayor parte del día separados, y algo te dice que no debería ser así. Pero es tan difícil salir de donde estás. Miras a tu alrededor y te consuelas. Casi nadie tiene pinta de estar contento, así que por lo menos no estás solo. De hecho, a tu alrededor todo el mundo está bastante más jodido que tú, y este mísero pensamiento es lo único que alegra tu amarga existencia.
Eres una persona inteligente. Quizá no la más inteligente de tu entorno pero sí en un lugar destacado. A veces tienes tus momentos brillantes, y te gusta. Pero te has dado cuenta de que en cuanto asomas un poco la cabeza te llevas un martillazo, y es una sensación tan desagradable que has optado por adaptarte a la mediocridad que te rodea. La aceptación es una sensación reconfortante, pero sabes que estás desperdiciando tu potencial y ese pensamiento te come por dentro. En el fondo tampoco lo has hecho tan mal. Siempre tomaste las decisiones acertadas y, cuando no lo hiciste, el destino fue benévolo contigo. Podrías incluso decir que vives en el mejor de los mundos posibles. Hay que joderse.
Al llegar a casa lo único que te apetece hacer es rellenar sudokus, o jugar a la consola, o leer libros. O ver la tele, sí. Vivir la vida de los demás, ver a otros haciendo todo lo que a ti te gustaría pero no puedes. Sería perfecto si no fuera por la desagradable sensación que el diccionario define como envidia. En cualquier caso, cualquier cosa es mejor que tener que estar contigo mismo. Mejor eso que tener que escucharte.
Ni siquiera puedes estar contigo mismo.
Y así pasan los días. No sabes muy bien adónde vas, y por eso sencillamente te dejas llevar. No tomas decisiones. No sabes si tienes miedo o si simplemente no crees que valga la pena. Después de todo, el futuro ya está hecho: te casarás, tendrás hijos, trabajarás para alguien hasta los 70 años y pagarás tus préstamos como todo el mundo. Luego te jubilarás para darte cuenta de que te has perdido lo mejor de la vida, y más tarde, amargado, te limitarás a esperar una muerte que te inspira un miedo terrible. A lo mejor por eso te gustaría quedarte en la cama todas las mañanas, porque no hay ningún lugar adonde ir, porque el futuro ya está hecho.
Y mientras piensas en todo esto la vida te pasa por encima. No tienes ilusiones, no tienes ganas de nada, sólo das tumbos como el canto rodado que baja rebotando por el lecho del río esperando un día llegar al mar y que dejen de darle por culo. Hasta entonces tendrás que vivir con esa sensación en el fondo de tu alma de que hay algo más, de que mereces más, de que quieres más, de que esta vida tiene truco y que nadie sabe cómo funciona. O lo que es peor: que hay alguien que lo sabe y no lo va a contar.
Y por todo esto, porque en el fondo te conoces muy bien, sabes que cuando termines de leer estas líneas te quedarás con un inmenso vacío y la cara de tonto de los domingos. Y eso jode.
Aunque en esta ocasión, quizá por primera vez, sentirás un regusto de ilusión, una agradable sensación de comunión con todo lo que te rodea. Saboréalo porque, a menos que hoy hagas algo, será la última vez que te sientas vivo.
Vía: El sentido de la vida.
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Etiquetas: Life
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